libro

                            EL CONDE DE MONTECRISTO

La novela empieza con Edmundo Dantès volviendo a Marcella, donde se encuentra con su familia y sus amigos. Napoleón, que le pidió que entregara una carta confidencial a un hombre en París al Sr.Noirtier. Durante el encarcelamiento, Dantés comienza a desesperarse Poco después se encuentra con el otro prisionero. Con el cual intenta escapar  de la prisión pero este muere confesándole el lugar en donde había enterrado su tesoro, cuando logra escaparse de la cárcel, el va en búsqueda del tesoro, al encontrarlo lo utiliza para y  hacerse  pasar por conde para cobrar venganza, pero en el transcurso se enamora y perdona y va a  vivir probablemente en Grecia.

Edmundo y Farria trabajan durante largas horas en el túnel para escapar, pero el viejo y frágil Farria no sobrevive para verlo terminado, le confía a Dantés el escondite de un tesoro. Tiempo después, habiendo ocupado parte de la fortuna en hacerse un nombre, investigaciones, y más dinero. Regresa a la ciudad de Marsella donde empieza su búsqueda de venganza disfrazándose con el nombre de "Conde de Montecristo".  Sin embargo, las cosas son más complicadas de lo que Dantès anticipó. Sus esfuerzos para destruir a sus enemigos y proteger a los pocos que le defendieron se entremezclan horriblemente.

Aunque la venganza sobre sus enemigos no está completa del todo. Indemniza a los que quedaron envueltos en el caos resultante, aplicándose así también sus propios criterios de justicia. En el proceso, se conforma con su propia humanidad y es capaz de encontrar cierto perdón para sus enemigos y para sí mismo. Al final escapa, posiblemente hacia Grecia, con Haydée, de quien se enamora.

Esta lectura se sitúa durante los hechos históricos de 1814-1838 en Francia, Italia e islas del mediterráneo en temas de justicia, venganza, piedad y perdón la que nos enseña a que la venganza no es importante ni buena y que hay que perdonar para poder ser felices, ya que si nos concentramos en hacer daño a otras personas lo único que logramos es hacernos daño.